domingo, 30 de enero de 2011

LA PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD

La ciencia ha cambiado la identidad del hombre, le ha hecho perder su verdadera identidad que es su ser. Es cierto que le ha permitido ver una infinidad de maravillas que jamás hubiese llegado a conocer sin su ayuda, es cierto que le extendió su margen de vida, que le dio “progreso”, aunque éste no le sirva totalmente, y no se cuantas otras cosas más, pero también es cierto que lo ha privado de lo esencial que es la vivencia del ser, y con ello le ha arrebatado la felicidad. La ciencia es egocéntrica, porque tiene su mirara puesta sobre si misma. Es tirana, porque maneja deliberadamente el consenso, es intolerante porque rechaza todo tipo de conocimiento alternativo, es autoritaria porque solo acepta sus métodos propios, es necia porque se basa en premisas indemostrables, es mediática porque crea corrientes de opinión transmitiendo masivamente creencias. En realidad no es gratuito ni arbitrario las consecuencias que ha producido. La ciencia ha traído a la humanidad mucha transformación y produjo también mucho daño. Ya es hora de desentronizar a la ciencia como única vía de acceso a la verdad, para compartir ese privilegio hegemónico con formas superiores de acceso al conocimiento profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario